¿Eres de los que esperan la llegada de diciembre para echarte un buen plato de romeritos? Entonces, ¡eres de nuestro club! Esta planta tan bien conocida en nuestro país, es de gran consumo en las épocas decembrinas y en Semana Santa, principalmente porque es considerado un platillo tradicional de la gastronomía mexicana.
Acompáñanos a conocer los estados protagonistas del cultivo de esta deliciosa y suculenta especie.
Lo que lo hace un cultivo importante vinculado a la cultura local, es que fortalece al campo de la ciudad y a la economía de los pueblos pequeños. Por ejemplo, en la CDMX y el Estado de México se siembra una superficie de 406 hectáreas, aproximadamente.
En la CDMX, los pueblos San Andrés Mixquic, San Nicolás Tetelco y San Juan Ixtayopan, en la alcaldía Tláhuac, y San Gregorio Atlapulco, en la delegación de Xochimilco, son los que conservar la tradición de sembrar los romeritos, mientras que en Estado de México sólo en el municipio de Valle de Chalco, ¿sorprendente, no crees?
Bueno, quizá te sorprenda este dato, pero la realidad es que no es de extrañarse, ya que son pueblos construidos en las icónicas chinampas, ¡porciones de tierra sobre raíces de ahuejotes, ¡exacto! similar a la edificación de la Gran Tenochtitlan. Por ello es que su forma de cultivo en dichos lugares es única.
Así que alégrate de ser privilegiado con esta planta mexicana. ¡Disfrutalos con mole, nopalitos, papas cambray y camarón seco! O como tu abuelita los prepare. Sin duda, los romeritos son indispensables en las cenas navideñas de todos los mexicanos, de ahí que este alimento requiera una enorme producción, procesos que se alistan durante todo el año y sobre todo, fortalecer el consumo para impulsar la producción agrícola y pecuaria sustentable; la conservación y preservación de los ecosistemas y agroecosistemas de dicho pueblitos.
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